Karolina Gilas

Nací y crecí en Szczecin, en Polonia, en 1981. Mi interés en la política nació, sin duda, ante la influencia de lo que pasaba “afuera de mi ventana”. Tuve ocho años cuando inició la transición hacia la democracia (y economía de mercado) en Polonia y doce cuando los “post-comunistas” regresaron al poder ante el desencanto social con los resultados de la “terapia de choque”. Fui adolescente cuando se aprobó una nueva constitución y una joven estudiante de ciencia política cuando Polonia se integró a la Unión Europea.

No había, pues, otra opción. En mi familia, como en muchas otras, se veía las noticias, se hablaba y discutía (acaloradamente) la política. Como muchas otras familias, vivimos los estragos de la transición económica, apreciando al mismo tiempo los avances democráticos en el país.

Fascinada con los procesos de transición, en 2004 tuve la oportunidad de visitar, por unas semanas, a México. Este viaje lo cambió todo. Regresé para estudiar el doctorado en la UNAM y descubrí un fascinante mundo nuevo.

México se fue convirtiendo, poco a poco, en una casa nueva. La fascinación no disminuyó, pero las raíces se echaron profundamente. Traté de comprender y aprender, sobre su gente, su cultura, música, comida, literatura y, por supuesto, política. Las cosas se fueron dando: nos encontramos con Marco, ambos logramos nuestros sueños de estudiar doctorado, tuvimos a nuestro hermoso hijo. Seguimos felices en nuestra familia, mirando juntos hacia el futuro.

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